CincoDías.com / Javier Fernández Magariño - 01-05-2013 07:59
Las estrecheces presupuestarias, las dificultades para atraer inversión
privada y las serias restricciones de crédito financiero son elementos
que atenazan a los Gobiernos de medio mundo y conviven con la necesidad
de crear nuevas infraestructuras y renovar las ya existentes en busca de
la competitividad. El negocio de la ingeniería y construcción está en
plena evolución. Nick Chism, responsable global del área de
infraestructuras de KPMG, James Stewart, presidente de las misma
división, y Stephen Beatty, jefe del área para América, firman un
informe sobre diez tendencias que van a dar la vuelta en los próximos
cinco años al modelo de desarrollo conocido en las dos últimas décadas,
así como a las prioridades de los Gobiernos y grandes empresas privadas
que siguen demandando ingeniería.Los tres expertos hablan de la
dificultad de casar planificación a largo plazo en infraestructuras con
el cortoplacismo electoral, así como de un mayor foco en inversiones con
claro retorno económico, en detrimento del rendimiento social. Estas
son las palancas que van a mover a un sector liderado por las
constructoras y concesionarias españolas.1. Los costes se
trasladan a los usuarios. El pago por uso se impone en todo el mundo
ante la falta de liquidez de los Gobiernos para atender el mantenimiento
de las grandes obras. En numerosas ocasiones se opta por la
instauración de tarifas o por recuperar los costes por la vía
impositiva. No cabe duda de que se tratará de una cuestión política,
dice el informe de KPMG refiriéndose también a la subida de precios en
la energía o en el agua. Desde su punto de vista se trata de la
respuesta inevitable para la financiación de infraestructuras.
Establecer precios realistas en los servicios sufragados por los
ciudadanos servirá para que estos tengan más clara la relación entre
precio y consumo, reduciéndose la necesidad de mayores inversiones en el
futuro, y permitirá a los Gobiernos canalizar los fondos a proyectos de
máxima prioridad.En España existe un fuerte debate sobre el
coste real de llevar el agua hasta los hogares, la tarificación de las
autovías o las ayudas al desarrollo de las energías renovables. En
nuestro país ya apreciamos esta tendencia en las subidas del precio de
billete del Metro de Madrid, en mayores tasas aeroportuarias o en los
peajes de autopistas. El sistema de pago por uso requiere la máxima
transparencia para que el ciudadano sea consciente de lo que paga, y es
deseable que los fondos captados repercutan en el mantenimiento y mejora
del propio servicio, reflexiona Ramón Poch, Socio de KPMG.La
patronal del sector de las concesionarias de autopistas calcula que el
Estado podría ingresar más de 8.000 millones anuales imponiendo peajes
en los más de 15.500 kilómetros de autovías del país. La implantación de
sistemas de control de tráfico y gestión de cobros rondaría los 2.000
millones de euros. Quienes defienden esta apuesta hablan de una solución
para la factura del mantenimiento de las carreteras y un mayor
equilibrio entre la red de autopistas de peaje y las autovías de libre
circulación.2. Mayor protagonismo de los gobiernos. El mundo de
las infraestructuras es global y los países compiten por la inversión
ofreciendo seguridad jurídica y garantías de rendimiento. Los Estados
buscan vías indirectas para no comprometer el presupuesto en grandes
obras, pero quieren seguir influyendo en su definición. En algunos casos
se está haciendo hincapié en la mejora de las condiciones crediticias y
en la reducción de riesgos para captar inversión privada. Brasil con la
intervención del BNDES en la financiación de infraestructuras, EE UU
con sus fondos Tifia, o Chile garantizando ingresos mínimos en las
autopistas, allanan el camino a las empresas que optan por invertir en
sus planes de obra civil. Desde KPMG se resalta el auge de la
financiación multilateral en los países en vías de desarrollo y los
esfuerzos de las Administraciones por adaptar la regulación al nuevo
entorno de colaboración público-privada.Replantear los pliegos de
los concursos o alargar la vida de las concesiones a cambio de
inversión son vías para fomentar el apoyo privado, explican Ramón Poch y
Fernando Vizoso desde KPMG España.3. A la espera de una
reactivación de la cartera de proyectos. Los políticos están obcecados
con un horizonte a corto plazo, los mercados financieros están en horas
bajas y los presupuestos para el desarrollo también se han reducido,
explica KPMG en su informe sobre tendencias en infraestructuras. La
cartera global de proyectos sumó escasas novedades en 2012, salvo en
mercados de compleja entrada como el chino. Sin embargo, hay planes
anunciados años atrás a la espera de un mejor entorno económico. Los
planificadores de los proyectos han estado trabajando activamente el año
pasado replanteándose sus programas a la espera de que surjan las
condiciones económicas, financieras, políticas y sociales adecuados. De
un mayor periodo de maduración durante la fase de planificación deberían
resultar, a juicio de la consultora, concursos mejor planteados y con
posibilidades de éxito. También se extiende la tendencia que cede al
sector privado la responsabilidad en la planificación a través de las
ofertas no solicitadas.KPMG augura un repunte en proyectos de
infraestructuras en EE UU, Brasil, Colombia, Uruguay, Chile, Sudáfrica,
China e India. Fernando Vizoso recuerda que constructoras medianas
españolas están descubriendo interesantes mercados en Asia o África,
hasta ahora no contemplados por el sector español de la construcción.4.
El centro de atención se traslada a las ciudades. Las grandes urbes
acogen a la mitad de la población mundial, son responsables del 70% de
las emisiones de gases de efecto invernadero y consumen el 80% de la
energía. Además, impulsan la mayor parte de la producción mundial y
miden su competitividad en base a la funcionalidad de sus
infraestructuras.Los expertos de KPMG advierten cómo los
dirigentes de las mayores ciudades marcan la agenda de desarrollo de sus
regiones e incluso de sus países. Otra clara tendencia es la de la
vinculación de la inversión en infraestructuras al crecimiento
económico. El área metropolitana de Greater Manchester, con la mejora de
las conexiones con la periferia y la revitalización del casco urbano es
un caso de éxito en el que el desarrollo de infraestructuras ha
impulsado la actividad económica y motiva mayor recaudación tributaria.Ramón
Poch va más allá de la construcción y recuerda que el concepto de smart
city también engloba a los servicios, donde se está dando una fuerte
competencia por una oferta multisectorial que aporte ahorros a la
Administración.5. Aprovechar al máximo los activos existentes.
Durante los últimos 20 años han surgido innumerables proyectos de nueva
construcción que durante la próxima década se tratarán de poner en
valor. En algunos casos, los responsables de las infraestructuras tratan
de ampliar el ciclo de vida muy por encima del previsto en el diseño
original, un hecho que obliga a intensificar el mantenimiento. Otros
nichos de negocio crecientes son el de la incorporación de tecnología
para dar valor a las infraestructuras, su ampliación y mejora para
garantizar la resistencia.En tiempos de restricciones
presupuestarias y consolidación fiscal, los Gobiernos también intentan
exprimir el valor de los activos mediante su venta. Es el caso de Aena
en España, del alargamiento de concesiones en autopistas francesas a
cambio de inversión privada o de la concesión de los aeropuertos
brasileños.6. La capacidad de respuesta, clave competitiva. El
terremoto de Japón de marzo de 2011, que motivó en el incidente nuclear
de Fukushima, o el huracán Sandy que azotó la costa Este de Estados
Unidos el pasado octubre son catástrofes de impacto prácticamente
global. Las infraestructuras modernas son mucho más susceptibles a estos
riesgos incluso en los mercados más sólidos, recuerdan desde KPMG,
refiriéndose a la interconexión de todo tipo de infraestructuras y a la
necesidad de proteger activos valiosos del impacto de catástrofes para
asegurar la estabilidad económica y política, así como para reducir el
tiempo de recuperación.Además de las catástrofes naturales,
empresas y Administración muestran preocupación ante posibles
ciberataques que pongan en jaque las redes de seguridad,
aprovisionamiento energético e infraestructuras de transporte.7.
Surgen nuevos modelos de infraestructuras. Los desarrolladores se
plantean cómo recuperar el coste de mantenimiento y operación; de qué
modo repartir los riesgos entre licitadores, contratistas y
financiadores, o cómo proyectar el impacto del crecimiento económico y
la protección del medioambiente. La necesidad de una mayor rentabilidad
operativa también es un catalizador del cambio en los planes de
infraestructuras, donde toman fuerza los enfoques comerciales.8.
Se acelera el pulso tecnológico. La última década ha estado marcada por
el progreso tecnológico en busca de eficiencia y de nuevos campos de
negocio, como las energías renovables. La gestión de infraestructuras
está motivando infinita cantidad de datos en tiempo real, pero la
capacidad para analizarlos y aplicarlos a una mejor toma de decisiones
sigue siendo limitada. Ciudades como Río de Janeiro o Londres utilizan
ya estos sistemas para anticipar problemas, agilizar las operaciones e
incluso distribuir partidas presupuestarias.9. La reducción de
costes pasa a primer plano. El deseo de invertir supera la capacidad de
hacerlo. Los Gobiernos apuestan por obras asequibles y el control de
costes va ser una máxima en los próximos años. En España las ingenierías
demandan un mayor papel en la elaboración de los proyectos para
garantizar una correcta ejecución presupuestaria.10. Se recrudece
la guerra por el talento. Uno de los obstáculos mayores y menos tenidos
en cuenta para la capacidad global de hacer frente a los retos en
infraestructuras es la falta de personal cualificado y con talento, cita
el informe. Además de profesionales sobre el terreno se está poniendo
de manifiesto un déficit en cuadros directivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario